Nos vemos en Somos Lega

Queridos pepineros,

Tal y como reza la canción, Gol en Butarque no cumple años, cumple temporadas. Y este curso, el séptimo de vida, cambiamos de casa. Con la misma esencia, con los tres párrafos de siempre, pero con un caparazón distinto. Desde ahora, nos leemos en somoslega.com, el nuevo espacio de información y opinión para todos los seguidores del Leganés.

Gracias por vuestra fidelidad.

Palmarés del Villa Leganés

  Con motivo de la visita del Rayo Vallecano este miércoles, recordamos el palmarés del Villa de Leganés, trofeo que celebra su XXXVI edición, pese a que haya habido varios años que no se disputasen. El conjunto franjirrojo, que fue el primer ganador en 1980, es el equipo que más títulos tiene después del Lega (3 ediciones), junto al Getafe.

   Como anécdotas, el primer Villa que conquista el Leganés fue en 1983, cuatro años después de su creación y tras imponerse con autoridad al Castilla, un equipo formado por Martín Vázquez, Míchel, Butagueño, Sanchís y Pardeza. La 'Quinta' al completo hincó la rodilla en el viejo Municipal.

   Además, por problemas de calendario, la edición de 2009 se celebró en enero de 2010 y se aprovechó un partido de Copa Federación. Aquel equipo que marcase antes (en caso de empate al final de los 90 minutos) se llevaría el título y así lo consiguió aquella generación dirigida por Luis Ángel Duque. Recogió el trofeo Nacho Aznar.

   Por su parte, Atlético de Madrid y Real Valladolid, dos de los clubes asiduos a principios del siglo XXI, poseen dos ediciones en sus vitrinas. Los rojiblancos ganaron en 2001 con un gol de Fernando Torres en el último minuto y, un año después, con otro tanto del portugués Dani. En 2003, el expepinero Vivar Dorado marcó un doblete que sirvió al eterno rival para ganar el Villa.

FOTO: CD Leganés

DATOS: Rec.Sport.Soccer Statistics Foundation.

Así pasan los días en Butarque

Lejos queda aquel empate con el Zaragoza en la última jornada de Liga. Parece de otro siglo pensar en el Lega que finalizó con notoriedad en la décima posición. Han pasado dos semanas y ha pasado de todo sin haber pasado nada. Como decía la canción de Serrat, en la que todo pasa y todo queda, parafraseando a Machado, estos 15 días no han sido fáciles en Butarque. Primero, por la incertidumbre que generó la posible salida de Asier Garitano con dirección al Eibar. La ambigüedad del técnico mosqueó al club, pero -tras varias conversaciones- el de Bergara se decidió por no distraer sus miras y afrontar el reto que había aceptado semanas atrás. Es su proyecto, el Lega es como su hijo. El satélite que gira alrededor de su idea de fútbol.

Eraso pone la guinda

Si de algo me alegro del partido de ayer es de la respuesta que tuvo el Leganés a todos cuantos habíamos creído que habían perdido la capacidad de ilusionar. Les subestimamos por no lanzarse a los 'play-offs', hicieron un terrible partido en Huelva y dejaron empatarse por un pobre Sabadell. Parecía que la gaseosa burbujeante de toda la temporada se había terminado por disipar. Con el vaso lleno hace cinco jornadas, pero dejando un extraño sabor de boca que --afortunadamente-- corrigió el Leganés este pasado domingo en el MiniEstadi.

El inconformismo pepinero

Existe un cierto inconformismo positivo, que te empuja a mejorar y a derribar el techo. Existe otro, por naturaleza, que se produce cuando una situación 'no habitual' deja de producirse. Por ahí se mueve parte de Butarque, que gira la cabeza como un elefante cada vez que se dejan escapar puntos en casa, puntos que ya se daban por seguros. "Vamos, no me jodas, la semana pasada ganamos a Las Palmas y ésta no podemos con el Sabadell". Así rezaba el aficionado que llevaba delante cuando salía del campo el pasado sábado. Me acordé del novio que siempre lleva flores a su novia corriendo el riesgo de enfadarla el día que no las lleve.

El Lega es de Segunda

Acabó el partido contra Las Palmas y todo Leganés resopló de felicidad. Una victoria más. Un gigante venido a menos en Butarque, algo que ha conseguido naturalizar el equipo de Asier Garitano. Todos, salvo el Sporting, cayeron en el estadio blanquiazul. A falta de cinco jornadas, sólo un partido separa matemáticamente a los pepineros de la salvación. Virtualmente, es un hecho. Un hecho mayúsculo que no debe pasar desapercibido. El mérito es irrefutable. El año pasado se ganaba al filial de Las Palmas. El pasado sábado era su primer equipo quien daba buena cuenta de ello.

Dos detalles deciden en Pucela

No hizo falta nada del otro mundo para que el Valladolid ganase al Leganés. Un balón parado que cabeceó Álvaro Rubio, a cinco minutos del descanso, y un penalti claro de Rubén Peña en la segunda mitad que transformó Roger. Entre tanto, Chuli vio cómo le anulaban un gol cuando lo estaba celebrando y Javi Varas demostró su condición de portero de Primera División con dos paradones. Dos fogonazos, en el área contraria, que no le entraron a los de Garitano, pero sí a los de Rubí. Pucela no podía fallar en su afán por subir a Primera. Llegaron al partido con el agua al cuello y eso se notó.