La sustitución de Óscar Vega por Nico Cháfer desdibujó el músculo con el que se defiende Alfaro y estiró un poco más a su rival. Dioni, que firmó un control de maestro en el primer gol, recibió más balones y Cámara acabó convirtiendo el segundo de la tarde en una de sus tres o cuatro llegadas al área contraria. Salió bien el descaro 'light' de los pepineros, pero no impidió que el partido fuese malo. Quizá fue lo último que pensó el aficionado al recoger su bufanda camino a casa. Seguramente recordó que no saboreaba los tres puntos desde el 9 de septiembre. Y eso, a día de hoy, resulta lo más importante.
Así funciona el fútbol. Goles son amores, la solución de todos los males. Problemas que serán menos cuando Robert recupere el olfato tras su lesión. La pareja que puede formar con Dioni es para frotarse las manos, aunque suponga renunciar al trío del centro del campo. Nogueira está de dulce, la decisión seguramente resida en adaptarse a cada rival, a cada encuentro, a cada entrenamiento. El Lega ha tomado un respiro, pero sólo eso. Decía Sandoval el pasado viernes que "hay que meterse el cuerno en la boca: o puerta grande o enfermería". Pues sin miedo, que pase el Oviedo.
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