viernes, 7 de agosto de 2009

Desde el chiringuito (Inter de Milán y Leganés)


La pretemporada ha comenzado de la mejor forma posible. No ha habido más que un refuerzo, el de Jonathan Álvarez (rápido y sacrificado, como le gustan a Duque), pero el Leganés está de enhorabuena por varios motivos. El primero, y más importante, es la retribución de 100,000 euros por parte del Inter de Milán. Han oído bien. El conjunto italiano debe pagar al Lega dicha cantidad por el traspaso del camerunés Samuel Eto'o, procedente del Barça.

Según contempla la FIFA en sus estatutos (la denominada cláusula de solidaridad) el equipo firmante 'indemniza' a aquellos clubes que hayan contado con los servicios del jugador desde los 16 hasta los 23 años por sus derechos de formación. El Leganés fue la primera entidad en España en contar con él -aunque lo fichara el Real Madrid- y he ahí el 'kit' de la cuestión. Felipe Moreno y los suyos ya respiran más tranquilos. Los otros dos motivos por los que me está gustando esta pretemporada son más obvios.

El segundo es que deportivamente el equipo parece en el camino. En el camino de luchar, de estar bien preparado y de competir de tú a tú con el resto de rivales, algo que se olvidó al final de la pasada temporada. De momento, balance casi inmaculado con dos triunfos ante Benidorm (2-1) y Navalcarnero (0-4), y un empate (0-0) ante el filial del Rayo Vallecano.

La plantilla no cambiará un ápice. No llegarán más fichajes porque la cantera encandila a Duque, que haría bien si continuase en la línea de un tal Guardiola –que tan de moda ha puesto esto de jugar con los de abajo-- (algo que aprendió del Ajax de Cruyff); y la afición responderá como nunca, legado de la nueva gestión pepinera.
Por cierto, mi tercer motivo de alegría es la camiseta nueva para este comienzo de curso. Como la del Celtic, pero cambiando el verde por el azul. Sólo con verla parece tener encima años y años de historia. Seguiremos informando...

1 comentario:

José Ignacio dijo...

eto'o, eto'o, eto'o. La eterna duda que tendremos siempre con él.