lunes, 13 de diciembre de 2010

Si Butarque fuera un circo...

FOTO: Diario de Pontevedra

No tiraré piedras de mala gana. Tan siquiera haré leña del árbol caido. Cualquiera puede perder por 5-1, hasta el 'súper Lega' de semanas atrás. Ayer, el fútbol volvió a demostrar que la grandilocuencia adjetival no sirve de nada siete días después. Si apenas cuatro párrafos abajo, usted leía en este humilde blog que 'Arrubarrena dispara al Leganés', hoy --13 de diciembre--, las flores han dejado paso a la niebla. El Lega sufrió, por ende, un accidente más que inesperado.

Jugar contra el Pontevedra (todo sea dicho, tienen un gran equipo y no sé porqué están clasificados tan abajo) parecía como comer perdices. En puestos de promoción para la permanencia y tras una mala racha, el Lega fue el detonante perfecto para los gallegos, que reverdecieron viejos favoritismos y hasta se creyeron los reyes del mambo --incluido el pseudo periodista que narraba en Radio Pontevedra--.

Digo lo de 'pseudo' porque aparcó por completo su condición ecuánime y objetiva de la realidad. Su trabajo quedó retratado cuando llamó madrileño a Miguel Rivera. En fin, rabietas de perdedor aparte, el Lega no estuvo bien y el Pontevedra, en exceso. Pendín, Espadas e Igor fueron sólo un ejemplo. Todo lo contrario de lo que parecieron Zazo, un Tetteh desquiciado y una defensa de plastilina. Sólo Mario dio lustre a la zaga pepinera.

Con él, Antelo --fuera del partido nada más empezar-- Bayón, descolocado y errático, y en la derecha un improvisado Martín Ortega, que cualquier día le quita el sitio a Paco Belmonte o Felipe Moreno. El 'pulpo' Romero salió de la pecera para sustituir a Falcón, también lesionado, y lo único positivo fue el regreso de Jonatan Valle, que con el partido muerto y una importante apatía --salió al terreno de juego andando-- logró el único gol pepinero.


Un partido para olvidar, donde el fútbol lo considera como accidente. Una trastabillada jornada en la que el Lega pudo ser líder, pero acabó tercero. Un domingo sin parangón que deshace como un azucarillo las palmaditas en la espalda, los números rimbombantes y los 'zamoras' y 'pichichis' de los que tanto nos gusta alardear. Como dirían por el país ése de ahí arriba: 'Al loro que no estamos tan mal'. Sólo pedimos un poco de suerte porque si Butarque fuera un circo, nos crecían los enanos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bien escribes. Da gusto leer a los que no son forofos. No dejes nunca el blog tio. SALUDOS

Anónimo dijo...

Este proyecto a mi no me llega convenceer del todo. Más vale que en invierno haya algún fichaje para el medio del campo, que acompañe a Zazo