Volvió Butarque y volvieron las sonrisas. Este domingo, como los otros tres anteriores, regresó el coraje ganador del Lega, los puntos al casillero y la intención de jugar bien al fútbol. Ya dije hace unas semanas que --sea quien sea el rival-- apostaré siempre por este equipo, cuyo rendimiento como local resulta tan efectivo como práctico. Ayer no fue el mejor de los partidos, obviando incluso alguno de los principios del míster, que aireó su cabreo en la rueda de prensa, pero manejó con poso la situación y se adelantó en el marcador, algo que no había conseguido hasta la fecha desde su ascenso a Segunda.
Decía durante la semana la prensa canaria que el Leganés no era un equipo de su Liga y que una victoria insular apenas habría debido tener importancia para la grada de Butarque. No le sentó bien a Garitano que desde la isla se viese al Lega como un equipo pequeño, ya saben el equipo graciosete de la categoría. Se demostró entonces que Liga no hay más que una y que si se juega en el feudo pepinero ya puede venir el Bayern de Múnich que los blanquiazules competirán. Sí o sí.
No hay rival grande para el césped de Butarque. Perdón, dije ¿césped?. Una manera de parafrasear el desastroso estado del verde, pero esto ya no tiene solución hasta el próximo mes de junio. Ayer Mantovani volvió, Diamanká demostró su categoría una vez más --uno de los mejores--, así como los dos goleadores: Álvaro García, que atraviesa un dulce momento, y Borja Lázaro, que tiene una relación especial con la portería del fondo norte, donde ha marcado sus cuatro goles. Todo son violines. Déjenlos que suenen hasta el próximo domingo que espera una de las mejores plazas de Segunda: Redoblan los tambores, llega El Molinón.
FOTO: CD Leganés
2 comentarios:
"se adelantó en el marcador, algo que no había conseguido hasta la fecha desde su ascenso a Segunda"
El día del Alavés tambien nos pusimos por delante...
Y el césped yo tampoco lo vi tan mal, mejor que otros días
Saludos y enhorabuena por la crónica
que contento estoy por la victoria de ayer que era fundamental. para salir de posiciones de abajo y porque se puede decir que era la primera final de la temporada. no fue el mejor partido hasta la fecha en casa pero supimos manejarnos a las mil maravillas sacando nuestras virtudes. primero la novedad de Prendes en el once titular, que hizo todo correcto y provoco el penalti. luego se tuvo que ir porque ya no podía aguantar todos los palos del primer acto. el Tenerife tuvo sus mejores oportunidades con el argentino Maxi que seguro ha soñado con ellas. supimos adelantarnos en ambos casos cuando era necesario marcar. yo a Diamanka le note cansado no estuvo acertado y destacar también a Queco Piña que hizo un partidazo y la grada estuvo todo el rato con el, siempre apoyando como se debe hacer con el portero. el césped aparentemente estaba bien pero los entendidos son los que saben y según decían por la grada ira poniéndose mejor con el tiempo. ahora toca la revalida nuevamente fuera de casa contra el Sporting. que tiemblen ellos, que vamos a dar la tamborrada asturiana.
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