Miedo a perder la identidad

La presidenta Pavón con Belmonte y Rivera (derecha) /Foto: CDL.

Ahora que rueda el balón en el continente negro ha vuelto a ponerse de relieve la contribución de Nelson Mandela, ex presidente de Sudáfrica y líder en la derrota del 'apartheid'. Una historia que ha acentuado John Carlin, así como la película de Invictus, con la indestructible aportación de Morgan Freeman en la piel de Madiba. Un cuento con final feliz en el que destacó el miedo a la pérdida de la identidad, de lo propio, de tus costumbres, de tus colores, de tu familia.

Un nacionalismo que ha enarbolado siempre la afición del Leganés, presa de su corazón blanquiazul y ansiosA por demostrar su pepinerismo allá por donde va. Grata señal para el club, para los jugadores y para los propios seguidores, que miran con recelo los cimientos del nuevo proyecto. Unas bases todavía inestables, amasadas en rumores y jugadores que no sabemos si serán de postín o llegarán a Butarque para ganarse la gloria.

Dicen que Postigo tiene ofertas de Osasuna, que ni Zarandona, ni Negral, ni Valleros ni Raúl Moreno tienen sitio en un equipo que fue su vida hace apenas dos meses. Jugadores que fueron el Lega, que defendieron con tesón el 'este año sí', las salidas de tono de Duque, el fútbol preciosista de David Gordo, las urgencias de Vara por demostrar lo que no hacía falta que demostrara y la nueva directiva, coqueta en los pequeños detalles.

Ahora que Paco Belmonte y Miguel Rivera se han hecho cargo del equipo (espero que hablen entre sí más de lo que lo hacía Florentino con Pellegrini) la afición tiene miedo a eso, a perder todo lo que fue suyo durante las dos últimas temporadas, florecimiento del sentimiento pepinero. Una bocanada fresca de ilusión que entrenador y director deportivo intentan mantener con declaraciones casi catalanistas. No pedimos que quieran al Leganés, pero sí que lo hagan jugar al fútbol como lo hicieron con Agustín Vara, cuando soñar todavía era parte de nuestros fines de semana, de nuestras vidas.