lunes, 14 de marzo de 2011

Guadiana desde el 21 de noviembre

Chupe guarda el balón /FOTO: as.com

Se resiste el Lega a quedarse sin caramelos al final del cuento. Por tercera vez en esta temporada consiguió sumar su segunda victoria consecutiva (la última fue el 21 de noviembre) y respondió a las embestidas de los más fuertes. Ni Lugo, ni Castilla ni los canarios de Las Palmas tienen pinta de dar su brazo a torcer. Queda claro entonces que la lucha se circunscribe al Guadalajara, los filiales rayista y celtiña --con menos opciones a mi parecer-- y al propio Leganés, que deposita su fe en alcanzar la cima de la montaña con un sprint hartomilagroso.

Para desarmar la redundancia de esta carrera desbocada, el Leganés debe ofrecer capítulos como el de este domingo. Vitamina en estado puro. Una victoria ante el Badajoz por 1-2 gracias a los goles de Ferrán Tacón y Mikel Arruabarrena --que regresa a su condición de máximo goleador del grupo I-- y valoraciones positivas. Chupe fue protagonista y también Jonatan Valle, suplente, pero capaz de dar un golpe sobre la mesa desde la media hora de partido, cuando tuvo que sustituir a Martín Ortega por lesión. El cántabro parece cansado de ser el eterno cambio mediado el segundo acto.

Tanto fue así que de sus botas nació el segundo gol, el de la tranquilidad, aunque los triunfos pepineros siempre llevan consigo la palabra sufrimiento. Amido se encargó de poner picante a diez minutos del final, pero el Lega aguantó el tipo para sacar tres puntos, todo sea dicho, de uno de los campos más fáciles del grupo (5 victorias como local en 14 partidos). Se alejó de su lánguida figura y recuperó identidad guadianesca, esa que te reprime por la mañana a dar un pronóstico a tu vecino sobre el ascenso. "¿Vamos a subir David? Qué sé yo Antonio, qué sé yo..."

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