Chupe intenta regatear a Miguel Torres en el Villa Leganés / FOTO: CDL
Se acabó eso de ver partidos sin mariposas en el estómago y con el paso irrelevante de los minutos. Se acabó la tregua veraniega que mantengo con mis uñas, incluso con mi dentadura. Se acabó celebrar los goles con un rácano aplauso. Llega lo bueno, la hora de la verdad y todos los tópicos que quieran sumar a la causa. Mañana comienza la Liga. El segundo proyecto de Paco Belmonte se somete a juicio en el grupo de la muerte. Oviedo, el primer rival, Tenerife, Albacete y Castilla serán alguno de los protagonistas de la trama.
El Lega afronta su debut liguero tras una buena pretemporada. Dos victorias, tres empates y otras dos derrotas es el bagaje numérico. Un equipo plagado de buenas intenciones y con notables momentos de juego, es el resumen futbolístico. No hay duda, el Lega ha demostrado en julio y agosto que apuesta por la estrategia y por el fútbol, y lo hace, porque ha vuelto Iván Díaz. Por sus botas, volverán a pasar muchas de las opciones de los de Miguel Álvarez.
Precisamente el técnico jiennense, recientemente entrevistado por El GoldeMadriz, ha manifestado sentirse un "privilegiado" por tener la plantilla que tiene. Un buen tipo, muy humano, de esos entrenadores que prefiere que los focos apunten a los jugadores. Así pues, será el jefe de una nave que todavía espera un '9'.
El fichaje de un delantero no se presenta, desde el club, como una necesidad y se asegura que la plantilla podría darse por cerrada. Pero es indudable que la dirección deportiva se está moviendo para dorar el pastel. Un precioso puzzle (Víctor, De Lerma, Alcántara, Rida...) que cuenta, por defecto, con el apoyo irreductible de la afición. El número de socios batirá récords, los mismos que intentará pulverizar el Lega en su 8º año consecutivo en la división de bronce. "¿A la octava no va la vencida?"
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