Felipe Moreno sale al corte

Felipe Moreno en Hora Blanquiazul de Eco Leganés / FOTO: CDL

Era lunes. Otro más. El máximo accionista del Leganés, Felipe Moreno, acudía a Hora Blanquiazul para taponar la sangre de la herida, para justificar la mala temporada y para otorgar a Chema Rico los galones de entrenador para lo que resta de curso y el siguiente. El también vicepresidente de la entidad, que ofreció un discurso tranquilizador, regateó el choque de identidades. No confirmó a Paco Belmonte en incluso esbozó que "es una posibilidad" que el Lega no tenga director deportivo a partir de mayo.

"Rico, pase lo que pase, va a terminar la temporada. Y será el entrenador de la próxima temporada", afirmó tajante el rector del club, que lanzó un dardo a su director deportivo. "Rico es un estratega del fútbol, tiene todos los cursos posibles (...) Es que (Belmonte) ya lleva cuatro". Pese a que Felipe enfocase el desatino del murciano en la elección de entrenadores, reconoció su buen trabajo y mostró una fidelidad en su apuesta, aquel joven periodista que conoció en Totana, la tarde que se consiguió el billete a Jaén, un 'play-off' que ahora suena a cuento chino, por muy bonito que quede, igual que su capacidad soñadora . "Soy de Leganes desde niño y quiero verlo en Primera. El que abandona pierde".

Pero además del tema deportivo, atado de pies y manos en los argumentos, defendió con brillantez le gestión económica y social. El Leganés ha creado una cultura de fútbol en la ciudad y ha ampliado su masa social. El crecimiento de su proyección es innegable y la limpieza contando euros, la joya de la corona. 'Equilicuá', Felipe tenía ante sí el momento de evidenciar que ha inyectado 800.000 euros de su bolsillo, que realizó una ampliación de capital --2,6 millones-- y que hasta hace tres días ha tenido litigios para limpiar debajo de las alfombras. El mandato de Rubén Fernández... aún pasa factura.

Y con estas, Felipe presentó los documentos fiscales que demuestran la solvente situación económica y el pago de los salarios a la plantilla y trabajadores, con rigurosa eficacia (dejando al margen el problema de la subvención). Esa es otra. El propietario del club no se metió en charcos. "Quiero que se unan cuando hablen del Lega", pero desprendió un cierto recelo hacia el PP. El jardín no es de color de rosa. El actual equipo de Gobierno todavía no se ha sentado a negociar la nueva ayuda y las moscas empiezan a volar detrás de las orejas.

Del empate contra el Coruxo no se dijo nada. Más de lo mismo en una temporada condenada al peor de los desenlaces. Igual de condenada que la relación entre Rico y Belmonte, obligados a entenderse hasta finales de abril. No puede haber más vendas, el Lega no está bien. El equipo no ofrece sensaciones y --en mi caso-- no se trata de rendirse o no, se trata de contar lo que ven mis ojos cada vez que escribo estas líneas. Esta semana, por cierto, con severo retraso. Ojalá me equivoque, pero aprieten más fuerte que nunca la estampista de la Virgen de Butarque.