El Lega es la pera

 FOTO: Rubén Gutiérrez

El fútbol es la pera. No me lo pueden negar. El Leganés se reencontró este domingo con el sabor de la victoria, casi un mes después de su última conquista; y a su entrenador, Pablo Alfaro, no se le ocurre otra cosa que echar el freno de mano. El míster, que maldijo a los demonios tras el segundo gol del Alcalá, compareció en rueda de prensa como el padre que no premia a su hijo por un aprobado 'raspao'. Elogiable, inteligible y meridiano. Otra vez Alfaro volvió a comerse los micrófonos enviando el mensaje correcto, las palabras antieuforia para un equipo que tampoco la merece.

"Ha habido partidos mucho menos vistosos y no hemos tenido tanta debilidad como tuvimos hoy. Lo hemos leído mal. Lo mejor: son los puntos, que siempre sirven". Llama la atención que Alfaro ponga el foco en esto, (yo también lo haría como entrenador), pero destaca que pase muy por encima el fútbol que creó el equipo, mas dinámico, vertical --como a él le gusta-- pero con la chispa que no existió semanas atrás. Interesante Óscar Vega, bien entre líneas, y excelente Carlos Martínez, extramotivado en su partido 100 con la camiseta del Leganés. Valleros formó pareja con Aicart y resultó más equilibrada de lo esperado.

Batres abrió la cuenta con un buen cabezazo y Maravilla, desde el punto de penalti, celebró su centenaria efeméride para re-demostrar su pasión por este club. Vega, en un rechazo, colocó el tercero que, sin embargo, no se tradujo en pausa ni filigranas. Los complutenses avivaron el fuego con un gol en el minuto 90 y el Lega tragó saliva esperando el pitido del árbitro. Alivio por bandera y abrazos, aunque aún quede mucho por coser en este equipo. No lo digo yo, que acabé satisfecho por el partido, sino Alfaro, crítico y picante, mucho más contento si el Leganés hubiese ganado 1-0 sin conceder ocasiones al rival. O yo me estoy volviendo más conformista o el fútbol es la pera.

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