El Lega ya ve el final del túnel, acaricia la meta y toca con la yema de sus dedos el 'play-off' de ascenso a Segunda División: la Liga Adelante, que llaman ahora. En esas están los chicos de Pablo Alfaro, en mirar al horizonte sin rémoras ni miedos, conscientes de haber sacado un sobresaliente, cuando sólo se les había exigido un aprobado ramplón. Ayer, en Tenerife, el conjunto pepinero demostró sus hechuras, capaz de arremangarse para abrochar el sueño del ascenso. Y digo bien: el sueño. Que nadie piense en elevar el rasero del listón porque el método del partido a partido ha resultado un manual excelente.
Una guía que coloca al Leganés con 60 puntos, a seis del líder, pero con 10 de ventaja sobre el Fuenlabrada. Si la Federación no enreda con el tema del Real Madrid C, el Lega podría certificar su condición de 'aspirante' la próxima semana con una victoria ante el filial del Rayo Vallecano. Dioni, que ya suma 19, y Carlos Martínez pusieron los goles en un partido que recordó la dureza (informativamente hablando) para el seguidor blanquiazul. No había tele y apenas transistores que narrasen el 0-2 ante el Marino, que --por cierto-- selló el pasaporte con regreso a Tercera.
Víctor Gómez y Batres se perderán el duelo ante el Rayo B por acumulación de tarjetas, al igual que Falcón, que deberá dejar su sitio en la portería a Manolo Rubio. Cualquier precio a pagar, a estas alturas de competición, será muy poco si el esfuerzo supone alcanzar la cima en el mejor momento. No dejen de saborear este caramelo aún cuando le separan 1.700 kilómetros de una victoria como la de ayer. Sin luces ni taquígrafos, con medias columnas en los diarios de este lunes. Sólo tú, buen pepinero, sabes lo que significan los tres puntos de ayer. Leganés tiene motivos para montar una buena fiesta.
FOTOS: Deporpress.com
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