Bendita rutina

El Leganés es ése padre que malacostumbra a su hijo con dulces y piruletas. Ayer, por octavo domingo, volvió a ganar al son de Butarque sin llegar a ofrecer la mejor de sus versiones. Once de sus 14 victorias las ha conseguido en casa; el mejor aval para los pupilos de Asier Garitano. El triunfo ante el Laudio (2-0), el cuarto consecutivo, deja las cosas como estaban al comienzo de la jornada, pero con la sensación de que el Lega gana con una facilidad pasmosa al calor de su afición, empujado por la inercia que nace de la rutina. Fran Moreno y Javier Eraso se encargaron de meter los goles.

Dos martillazos en momentos inmejorables. Esos minutos en los que cualquier entrenador enfurece si recibe un gol. El primero, a 90 segundos del descanso, generó polémica después de que los vascos reclamasen falta de Fran Moreno previa al remate. En el segundo, Eraso finalizó una soberbia jugada de Velasco, que también hizo las veces de interior izquierdo por la ausencia de Carlos Martínez. La vida marcha bien para un equipo que --de momento-- prefiere torear desde la barrera. "¿Primer puesto? Lo que nos obsesiona es el siguiente partido". Garitano lo tiene claro y sus chicos, bien aleccionados, también.

Además, este domingo debutó Rubén Rivera. El delantero procedente del fútbol austríaco disfrutó de 10 minutos y estuvo a punto de estrenarse con gol. Sin embargo, el tercero hubiera sido un excesivo castigo para el Laudio, que reclamó con razón un penalti a los tres minutos. Como en una carrera de fondo, el que va justo detrás del líder siempre termina alcanzando a su presa, que pierde el tiempo en girar el cuello para ver las evoluciones del resto. El Lega no tiene prisa por llegar al primer puesto. Sabe que, si tiene que ser, será. Y de momento, gracias a esta bendita rutina, será. Nos vemos en Cuenca.

FOTO: JAVI CARRASCO