martes, 24 de junio de 2014

¡El Lega es de Segunda!


He estado delante del teclado más de veinte minutos pensando cómo demonios comenzaba la crónica del ascenso del Lega y lo más que he conseguido es explicar mi cortocircuito lingüístico en estas dos primeras líneas. No es tan fácil escribir cuando uno confunde la herramienta y la pasión, el corazón y el cerebro. Una sensación que sólo sabe explicar quién lo vivió antes, y --muchas veces-- ni tan siquiera eso sirve. Diez años después, el Leganés es equipo de Segunda División. Pueden volver a leerlo cuantas veces quieran. El Lega ya no sólo subió en el 93, también lo hizo un 22 de junio de 2014 en Hospitalet.

Una década de buenos y malos momentos, con resbalones casi imperdonables, pero marcada por la pertinaz capacidad de sus gestores. Nunca imaginas que puede ocurrir una cosa así. Sólo cuatro de 80 equipos suben a Segunda y dos son primeros, el llamado pozo de la Segunda B. Las posibilidades no eran abundantes, pero ahí estuvo este Lega, agarrándose a su discurso que siempre pasó por el balón. Dos días después, celebración incluida, sólo puedo decir que nada es como había soñado. Es mucho mejor. Claro, esto es como la Lotería de Navidad, uno se acostumbra a ver desde fuera la alegría, jamás imagina tener el champán en la mano.

Por si acaso, compré los periódicos antes de irme a dormir (el viaje de vuelta fue largo) y me metí en la cama repleto de abrazos, besos y recuerdos. Las lágrimas de los padres que vieron el ascenso de hace más de veinte años, y la de los nuevos pepineros, que comprobaron que la línea más corta hacia el éxito es el trabajo+trabajo. Así se ha cosido este Leganés, al amparo de la mejor defensa de la categoría, desde la sobriedad de su centro del campo y con los goles del 'guaje', dieciocho al final. Su chilena, una obra de arte, ha pasado a los anales del Lega, un gol de bandera, el más bonito --y decisivo-- de su carrera. El que desató la felicidad, el que alivió las cuentas pendientes, el que compensó millones de horas de trabajo. 

Sin olvidar la portería, defendida por Dani Barrio (récord histórico de imbatibilidad) y Queco Piña (3 goles encajados en 12 partidos). Y, por supuesto, el entrenador Asier Garitano, el hombre tranquilo, paciente, reposado. Adjetivos que se echan de menos en el fútbol actual y que, por fin, han tenido premio. Por encima incluso de su paladar futbolístico, destacó por no querer destacar y por su capacidad para controlar a un grupo que supo enderezar a principios de abril, en aquel terremoto de Getafe. Desde entonces el Lega no perdió un partido parar certificar su cuarta batalla, en seis años, por recuperar la categoría de plata. 

El tramo final fue sobresaliente y el 'play-off', un ejemplo de como interpretar este juego en función de las armas del rival. Así fue este Lega, único, irrepetible, el mismo que devolvió la ilusión a una ciudad que se volcó con los suyos. El domingo, viendo el partido en la Plaza Mayor y el lunes, participando en una fiesta que vistió las calles de azul y blanco. Ya les digo, mucho mejor de lo que había soñado. Todavía sigo subido a ese segundo de felicidad que llegó con el gol del Lega. Déjenme que parafrasee a uno de los grandes. La vida puede ser maravillosa. No se bajen de ese segundo. Ha costado mucho. El Lega ha vuelto.

FOTO: Javi Carrasco

3 comentarios:

Simón dijo...

que importante ha sido el ascenso. aun seguimos tocando el cielo, recordando ese gol del Guaje y la fiesta en el corazón de Leganés con la hinchada pepinera. ahora llega el premio. con una categoría que se presenta espectacular y sin renunciar a nada. el objetivo es disfrutar y seguir partido a partido. Aupa Lega.

Jose Duran dijo...

Ojalá podamos mantener la categoría. Miras a los rivales y todos son muuuy fuertes

Anónimo dijo...

Vaya año del Lega, enhorabuena