Un instante es suficiente para poner la capa de superhéroe. Dos partidos, tres ratos, cuatro goles, cinco estrellas. Chuli se mira al espejo y debe romperlo. El delantero onubense, vilipendiado y denostado en su Betis, está haciendo mucho ruido en Butarque. Su llegada a Leganés ha sido una irrupción traducida a goles. En concreto, cuatro en tres partidos como titular. La afición ya grita su nombre, la prensa desgasta el término 'Chulimanía' y el 12 es el dorsal de moda en la ciudad. Chuli ha demostrado que tiene categoría y --sobre todo-- un hambre descomunal. El andaluz no tiene techo.
El mismo diagnóstico que recibe el Leganés. Radiante, bien peinado, listo para mirar con orgullo la clasificación cada lunes. Asentado, sin conformarse con nada, en la octava posición de la Liga Adelante. El vigésimo octavo mejor equipo de España. A diez puntos del descenso y haciendo poltrones a todos los rivales que visitan Butarque. Ayer le tocó al Lugo, que viajaba a la capital avalado por sus recientes resultados, pero los de Quique Setién también se dieron contra el muro. Da la sensación de que "esto es Butarque y aquí sólo 'gana' el Lega".
Garitano repitió la fórmula que tanto éxito le dio en Mallorca y Diamanka le ganó la partida a Álvaro en el once de inicio. Sin embargo, fue con la entrada del '7' pepinero cuando llegaron los goles. Doblete de Chuli, el segundo tras una obra de arte con el tacón. Señaló su nombre en la camiseta, volvió a gritar, derribó otro rival. Chuli se hace ídolo, el Lega --en su conjunto-- crece cada jornada. Nadie es imprescindible y todos suman. Deportivamente, pepineros, este es el mejor lunes de la última década. Al final va a ser verdad eso de que.. ¡a esta Liga le faltaba un buen pepino!
FOTO: CD. Leganés
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