Tengo por costumbre, nada más que termina el Lega, repasar los vídeos para ver los goles. Si hay victoria tardo un minuto desde que entro en casa en conectar el ordenador. Por contra, cuando el Lega pierde, retraso el momento a más no poder. Algo así me ocurrió este sábado, incapaz de rebobinar el momento de la jugada que no llega Postigo, ese preciso instante que Maxi marca el gol y castiga otra visita lejos de Butarque. Y el lanzamiento al palo de Velasco, que tiene imán, que fue el mejor en apenas 30 minutos sobre el césped del Heliodoro Rodríguez López. Lo vi una vez, no quería más.
La primera parte fue para echar a la basura. Un tiro lejano de Chuli y entrega del balón para el rival, apremiado por la necesidad y por su buena dinámica. El 'Tete' de Agné, con más del 60% de posesión, es mucho más competitivo que el de Cervera y el equipo lo demostró desde el comienzo. Aún así, tras el descanso, el Leganés sacó agallas y tuvo su momento. Un cuarto de hora intenso, culminado con un cabezazo de Eraso a la escuadra --detenido por el portero tinerfeño-- y una extraña vaselina de Velasco fueron su carta de presentación en la isla.
Si alguna de ellas hubiera besado la red, vuelta a empezar. El 1-1 hubiera sido un premio justo, pero esta vez no se convirtió en realidad. Toca seguir remando y haciendo caso de las homilías de Garitano. Nadie sube el tercer escalón sin haber pisado antes el segundo peldaño. El Lega no está hecho para el 'play-off', ni tan siquiera para que le duela la cara por ser tan guapo. La salvación será un éxito. Se consiga dentro de cuatro jornadas o se consiga en la última. Queda mucho y aquí aprietan hasta los que estaban muertos. Empieza lo bueno.
FOTO: CD Leganés
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