Navarro marca el 1-0 del Lega /FOTO: CDL
Ya era hora. Por fin la suerte se agarró al Leganés en su partido contra el Toledo. El conjunto pepinero ganó al manchego gracias a un solitario tanto de Rubén Navarro al filo del descanso. En el minuto 90, Diego Carrillo y Abel Buades se estrellaron con el palo y firmaron un final de infarto. Por una vez, cambió la historia sin necesidad de justificar los méritos. No hizo falta dar cuenta de un buen partido, más bien todo lo contrario. Los centrales ya no buscan el centro del campo para dar salida al balón, se juega demasiado por banda, pero da igual, se gana.
Ahora mismo es el principal alimento que da de comer a la plantilla. Ganar, sumar tres puntos domingo tras domingo. Las historias del 'play-off' y las cuentas de la vieja son ficción, precisamente eso, una ficción que no respetaría la realidad. El Lega es decimocuarto y lo es por algo. Aceptar su condición de equipo mediano es el primer paso para salir del fango. Hoy no se está mejor que tras perder en La Roda, el objetivo sigue siendo el mismo: ganar la siguiente jornada. Por si no se han percatado, ya he nombrado cuatro veces la palabra 'ganar'.
Me preocupa. El deporte ofrece esa posibilidad de honrar al vencido, pero ya cansaba de ahogarme cada lunes mirando un nuevo resbalón. El Toledo fue la primera piedra de un equipo que quiere mirar hacia adelante. Celta B y Lugo serán fundamentales para recibir a 2012 de buena gana, de hecho, servirán para forjar una nueva dimensión. En ella no estará Chupe, el primero que abandonará el barco en el mercado de Invierno si todo sigue igual. El Lega nunca deja de aprender del pasado para sacar réditos en el futuro.
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