Víctor se ha convertido en SuperVictor gracias a alguien que ya lo era. Mario Soria, entrenador de porteros y todoterreno del club, tiene la culpa. El '21' del Lega es el nuevo entrenador. Sí, sí, han leído bien. El mediapunta ha confirmado su retirada del fútbol para afrontar su primera experiencia como míster. La dirección deportiva encabezada por Paco Belmonte ha dado el visto bueno a una alternativa que ha generado, sin duda, una gran expectación. "¿Pero qué Víctor?", se preguntaba la afición pepinera ayer por la tarde.
Cuatro partidos para entrar en la historia: Toledo, Celta B, Lugo y el filial atlético serán el termómetro de Víctor que --pase lo que pase-- ha dejado latente su categoría en el escalafón del compromiso. Paso al frente y desapego al miedo. ¿Pero quién convierte a Víctor en el nuevo técnico? Mario Soria, apoyado en Arévalo. Tras la derrota ante La Rosa el pasado domingo, el exportero, muy querido por la afición, planteó al preparador físico la posibilidad de abandonar su puesto en pos de la salvación. "Si no puedo ayudar yo, que venga quien sea, pero que lo salve", relataba Mario en Hora Blanquiazul.
Una vez movida la ficha --aún a riesgo de quedarse sin lo que ha sido su vida durante muchos años-- el entrenador José María Rico aceptó el guante. El técnico de la casa, cuyo trabajo ha sido infinito, no logró dar con la tecla y se vio en la 'obligación' de sumarse a los que habían sido su mano derecha en el día a día. Con la disposición del cargo en el despacho de la presidenta, la búsqueda de entrenador se intensificó durante todo el lunes. Revoloteó el nombre de Enrique Martín, viejo conocido, e incluso el de Pablo López, al que se le dio por hecho, pero hubo disparidad de criterios. Agua. No había fumata y 16 horas después había entrenamiento convocado en Butarque.
Todo hacía indicar que Rico dirigiría la sesión, pero la realidad dio un nuevo vuelco cuando el club anunció que Víctor se convertía en SuperVíctor tomando un riesgo innecesario en su dilatada carrera. El nuevo entrenador ha metido 10 goles este año y la afición lleva su nombre en la espalda. Era el '21', un menudo futbolista que no entendía otra cosa que defender al equipo de su pueblo. Veo al 'Chingu' manteado en Butarque por sus compañeros. Últimamente veo también veo muchas películas, pero qué menos se merece este Lega que celebrar una pírrica salvación en torno a su bandera. El equipo lo sabe. Ahora sí, Lega. Nos vemos en Toledo.
Foto: Aitor Fernández/ElGoldeMadriz
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