lunes, 15 de octubre de 2012

Entre Luancos y Baumgartners

Empate entre Marino y Leganés /Montaje: Vavel.com

Ayer por la tarde el planeta Tierra se conmovió con el salto del austriaco Felix Baumgartner. Un paracaídista intrépido, sostenido por el mastodóntico apoyo de la publicidad, se tiraba al vacío desde 39.000 metros cuando pasaban las ocho de la tarde. Mientras tanto, en la humilde localidad de Luanco, el Leganés firmaba un partido ejemplar. Sacaba un punto de mérito (1-1). Un punto calificado de tesoro si el calendario no registrase la última victoria el pasado 9 de septiembre. Corren las jornadas y la clasificación castiga cada lunes.

Lo que sí aprecia la afición del Leganés es un partido como el de ayer. Muchos aficionados tuvieron que compartir pantalla. Por un lado, un momento histórico; por el otro, el añejo campo de Miramar y ver trotar a Dioni, el verdadero talento de este Lega. Estuvo bien, peleón, con opciones de llevarse la victoria si no hubiese sido por el afortunado gol de los asturianos, que superaron a Falcón tras desviar un lanzamiento de falta en la barrera. Ni en estas sonríe la suerte al Lega...

Pero la reacción fue buena. Lógica, de alguien al que le corre la sangre por las venas. Creo que eso es lo único exigible para los chicos de Pablo Alfaro, cuyo objetivo no está escrito, cuya meta es siempre la próxima jornada. Cinco jornadas sin ganar, pero consuela la lección aprendida. A veces, un empate condecora más que una victoria sin aditivos, de esas que no dicen nada. Seguramente deba quitarme la venda que impide ver al Lega acomodado en la Segunda B. Sólo me apetecía que lo supieran.


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