Cuando un equipo no puede ganar, la hoja de ruta pasa por no hacer nada que te lleve a perder. Esta máxima del fútbol la hicieron buena, ayer domingo, Sporting B y Leganés en su enfrentamiento en Mareo. En un partido frío, sin malas artes y apenas sin ocasiones, los chicos de Pablo Alfaro pudieron mantener la segunda plaza (0-0), mérito más que suficiente en el tramo final del camino. Además, lo mejor de todo es que no hubo lesiones y Dioni, el más destacado, no vio la quinta amarilla que le habría impedido medirse al Oviedo. A fin de cuentas, el parte de guerra parece más que ventajoso para un Lega que pecó --a conciencia-- de ser conservador.
Aunque hay veces que resulta mejor guardar la ropa, quedarse corto, que no pasarse. Eso debió pensar Alfaro en los minutos finales, que retiró a Óscar Vega para dar entrada a Cámara y salvar el empate. Rubio debutó en Liga en una decisión sorprendente, pero muy entendible, e incluso el punto de Gijón sirvió para recortar distancias al Tenerife, que fue humanizado a manos del Guijuelo ante la terrible exigencia del Heliodoro. ¿Y el Oviedo? Destituyó a Sarriugarte tras empatar con el Caudal. Quedan diez jornadas y comienzan los nervios y las cuentas de la vieja...
Serrano desperdició la más clara del filial sportinguista y Dioni, en una de sus internadas en el área, la estrelló contra los pies de Dennis cuando apuraba la línea de fondo. Ahí quedó el bagaje ofensivo de un partido con más baile de piernas que crochés de derechas. Un partido donde nadie quiso hacer daño por el miedo a que se lo hicieran. Los siete seguidores pepineros allí desplazados soñaban con un gol que hiciese más grande el colchón para el próximo domingo. Butarque recibe al Oviedo. Segundo contra tercero para dar un golpe sobre la mesa. Alguno ya tiene el confeti en la mano. Esperemos todavía, cada punto vale un mundo.
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