Butarque será juez y parte

La dureza del 'play-off' para subir a Segunda volvió a quedar demostrada en Lleida. No hay estadística ni dinámica que prevalezca al choque de dos trenes con el ardiente deseo de dar el salto al fútbol profesional. Así vivió ayer el Leganés su primer envite de los de verdad, donde las redes y colchones desaparecen. Esos partidos que encogen corazones, recortan uñas y donde diez minutos malos, te mandan al hoyo. El Lega, arropado por 500 almas, perdió el primer asalto (2-1) pero se quedó con el mango de la sartén, con la inquietante 'tranquilidad' de que el veredicto final tendrá lugar en Butarque, el próximo domingo, con la parroquia pepinera siendo juez y siendo parte.

El comienzo sobrepasó a un Lega bisoño, incapaz de asentarse en el Camp d'Esports de Lleida, pero recompensado por un magnífico lanzamiento de Fer Ruiz. No había méritos en el currículum, pero un control de Dioni en el área de castigo entregó el privilegio a Chenan, ése mismo chiquillo que la pasada temporada jugaba en la Preferente madrileña. El botín resultaba más que sustancioso para los pupilos de Pablo Alfaro, impedidos en el centro del campo y como un flan en defensa. La bomba de relojería pudo estallar --sobre todo con un error de Falcón-- pero los de casa guardaron su acierto para la segunda mitad, donde firmaron un inicio arrollador.

Apenas hicieron falta 46 segundos para que Imaz, el mismo que falló a puerta vacía minutos antes, colocase el 1-1 y mandase al garete el discurso de Pablo Alfaro que --seguramente-- esbozaba otro escenario con el paso de los minutos. Para colmo, el aluvión ilerdense consumó el 2-1 tras un cabezazo de Mata, el ex delantero del Rayo. Ahí, en el punto de inflexión, el Lega paró el tiempo con Bernal, que siempre pone luz en la oscuridad, y terminó con el cuchillo entre los dientes, encerrando a un Lleida que quiere comer perdices antes de tiempo. Este Leganés no sólo les ha dado el derecho a soñar, sino que están en la obligación de hacerlo. Prepárense para vivir la semana más bonita de la última década. Objetivo: domingo, 19 horas.