lunes, 16 de diciembre de 2013

Obligado a mirar al marcador


En el fútbol hay sellos que cuesta cambiar. Fernando Torres seguirá siendo 'El Niño' por mucho que tenga 40 años, y ser italiano es jugar al 'catenaccio' salvo que te llames Pirlo, igual que adorar al Barça de Guardiola, expresión máxima para los que amamos el fútbol. Yo, que llevo desde los 15 años en Butarque, siempre abonado en el lateral, repito desde entonces el mismo gesto domingo tras domingo. Elevo el cuello, lo giro levemente a la derecha y miro con recelo el marcador. Efectivamente, deseando que me eche un capote, que me diga que lo que estoy viendo es mentira y que la victoria se va a quedar en casa.

A todas estas 'imágenes creadas' en el mundo del fútbol hemos de añadir el carácter sufridor (batallador) de un Leganés que ayer volvió a sudar la gota gorda para ganar al Sariñena, colista de la competición. El conjunto oscense, de un pueblecito de 4.400 habitantes (1.000 menos que todos los socios del Lega) se marchó de Butarque como vino, con las manos vacías y el casillero de victorias sin estrenar. Ahí estaba el miedo, ahí andaba aquello del 'partido trampa', del respeto a medirse a un rival que no tiene nada que perde y cuyo mayor premio es visitar estadios como el pepinero. Pero todo esto dio igual en Segunda B, donde la diferencia de presupuestos te mete en un 'play-off', pero no te regala los partidos porque sí. 

De la goleada a tener que pedir la hora; de 0 a 100 en un santiamén provocado por la absurda expulsión de Mantovani, la tercera en lo que va de temporada. Dos pasitos atrás, el refuerzo moral para el rival, y cambios para no perder en 20 minutos el trabajo realizado en los 70 anteriores. Eraso convirtió el único gol de un domingo que esbozó otro buen partido de un Lega con alma, hechuras de bloque y --lo más importante-- con un mapa que indica un único camino. No vale justificar el fin con los medios, a este Lega no le vale cualquier atajo por mucho que sigan empeñados en dar vida al ritual que, cada 15 días, me obliga a no dejar de mirar el maldito marcador.

PD: El Leganés ha cerrado un 2013 casi impecable en Butarque con 18 victorias, 4 empates y 1 derrota.

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