Fiel creyente del discurso prudencial, de la teoría de los 50 puntos y del 'partido a partido' que tanto ama Simeone, seamos justos con la realidad deportiva y con lo que propone este Club Deportivo Leganés. El equipo de Asier Garitano está más que salvado. Los número todavía no dan la razón, pero insinúan perdices al final del camino. Este Lega es mucho Lega y ayer, con más de media entrada pese a jugarse a las 21 horas, se lo demostró al Albacete y a los casi 150.000 espectadores de la retransmisión de Teledeporte. Otra vez buena prensa, otra vez se volvía a ganar en casa.
¡Quién lo iba a decir a principio de temporada! Alcorcón, Sporting y Numancia habían provocado que el Lega perdiese la fiabilidad de su feudo. El equipo demostró este domingo que no va a dejar de esprintar porque vea la línea que cruza la meta. Chuli, con dos goles, se vistió nuevamente de torero. Sin más obligación que trabajar, porque "aquí no hay sequías", Garitano dixit, el delantero andaluz volvió a señalarse el nombre. La grada, que deseaba escuchar aquello de 'número 12'... Chuli', terminó por colmar su deseo.
El resto, como casi siempre, dominio, ocasiones y seguridad en defensa, nada nuevo bajo el sol. Aunque los dos goles llegasen, como bien dijo el técnico del Albacete, en dos jugadas aisladas. La primera la aprovechó Chuli, con el disfraz de ratón, el segundo fue un penalti que forzó Diego Aguirre. Se rumorea que Paco Jémez ya ha pedido su vuelta para el Rayo. ¿Y atrás? ¿Y el medio campo? Da la sensación de que este equipo es un reloj suizo cuyas piezas se mueven porque también se mueven las otras. Un perfecto engranaje que convirtió el triunfo con el Albacete en un paso definitivo. Ahora, abran la puerta de la imaginación sabiendo que para ese sueño, el Lega ha comprado muchas menos papeletas que el resto de soñadores.
FOTO: CD Leganés
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